El Lunes 7 de Septiembre La Universidad Austral de Chile, realizó la conferencia internacional «La relevancia del Ejercicio Físico en el cáncer» cuyo expositor fue el Dr, Robert Newton de la Universidad Edith Cowan de Autralia.
El Dr Newnton es el investigador que más ha publicado al respecto, supera ya los 800 paper.
A continuación se detallan las evidencias principales de su participación:

1. «La evidencia científica y estudios longitudinales demuestran que el ejercicio físico es fundamental en la terapia y es coadyuvante antes, durante y después del tratamiento de cáncer. El ejercicio físico complementa y mejora la eficacia de los tratamientos, generando menos toxicidad al momento de suministrar medicamentos, disminuyendo marcadores inflamatorios, mejorando la respuesta inmune y contribuyendo a la calidad de vida y la sobrevivencia de los pacientes».

2. «La especie humana es un ser social pero también está determinada para el moverse de manera cotidiana, su fisiología depende de ello, los profesionales de la salud deben alentar y promover la practica regular de ejercicio (cumplir a lo menos la recomendación de la OMS.»

3. «El ejercicio físico es -un fármaco- que libera hormonas y citoquinas, induce modificaciones en los diferentes sistemas corporales que benefician la salud del paciente portador de cáncer»

4. «Se necesitan profesionales preparados en la prescripción de ejercicio para pacientes portadores de cáncer, cada caso es individual y se requiere identificar los niveles de condición física y composición corporal para que la intervención cumpla los objetivos deseados».

5.»La condición muscular (calidad y eficiencia) son parámetros claves en la prevención y tratamiento de las personas con cáncer, constituye indicador importante en los tratamientos».

6. «Con relación a la frecuencia, se ha demostrado que ejercitarse entre tres y cinco veces a la semana disminuye el riesgo de cáncer de mama en aproximadamente un 50%».

7. «Con relación a la frecuencia, se ha demostrado que ejercitarse entre tres y cinco veces a la semana disminuye el riesgo de cáncer de mama en aproximadamente un 50%.»

8. «La intensidad del ejercicio es muy importantes en el tratamiento, debe ser de moderada a vigorosa debe ser prescrita por profesionales especializados en prescripción de ejercicio que consideren las diferencias individuales del los pacientes. Intensidades elevadas no ha demostrado efectos deletéreos ni perjudiciales en cuanto al aumento de la gravedad y propagación de las células cancerosas.»

9. «El ejercicio físico no es una alternativa a la quimioterapia, sin embargo es considerada una medicina sinérgica que apoya y mejora la sobrevida.»

10. «El ejercicio físico ha demostrado suprimir o debilitar los efectos secundarios del tratamiento de la quimioterapia.»

11. «La combinación de obesidad y sarcopenia (pérdida de masa muscular) es una mala combinación para el tratamiento de los fármacos administrados en cáncer, el efecto del ejercicio es fundamental porque mejora la captación de los principios activos de los medicamentos que actúan de mejor manera en tejidos activos como el músculo.»

12. «El ejercicio cambia el entorno interno del tumor, aumentando su irrigación y captación de oxígeno, condiciones desfavorables para las células cancerosas que se expresan mejor en una ambiente anaeróbico.»

13. «La adherencia al ejercicio es un problema importante del tratamiento del cáncer, se han identificado diferentes factores que facilitan o perjudican su continuidad, entre ellos el entorno, el apoyo familiar, el rol y feedback del profesional que prescriben ejercicio. Fundamental el trabajo y convicción del oncólogo tratante sobre los beneficios que reporta la ejercicio y la comunicación efectiva hacia el paciente»

La enfermedad de Parkinson (EP) es un trastorno neurodegenerativo relacionado con el envejecimiento que se caracteriza por un deterioro motor progresivo.  Es la segunda enfermedad neurodegenerativa más común (después de la enfermedad de Alzheimer), que afecta a más del 1% de las personas mayores de 65 años.

Una revisión y metaánalisis  sobre los niveles de actividad física y el riesgo de desarrollar enfermedad de Parkinson (EP), se ha publicado en JAMA  Netw Abierto. 2018; 1 (5): e182421. doi: 10.1001 / jamanetworkopen.2018.2421. Los autores revisaron ocho estudios prospectivos con un total de 544 336 participantes, incluidos 2192 pacientes con EP con una mediana (rango) de seguimiento de 12 (6,1-22,0) años.

Se encontró una asociación inversa de dosis-respuesta entre la actividad física y el riesgo de EP entre los hombres.  Incluso el ejercicio moderado se asoció con una reducción significativa del riesgo de EP.

En cuanto a la cantidad de ejercicio los autores encontraron  que un aumento de 10 MET-hora / semana en la actividad física, de intensidad moderada a vigorosa disminuyó el riesgo de riesgo de EP en los hombres en un 10% y 17%, respectivamente.

Comentarios.

Es necesario continuar estudiando la asociación entre los niveles de actividad física y su relación con enfermedad de Parkinson. Diversos autores han demostrado una disminución del riesgo de enfermedades neurodegenerativas en personas que realizan actividad física en forma regular. Lo más interesante parece ser, que la dosis (intensidad del ejercicio) juega un rol clave en la prevención.

Recientemente se ha publicado un estudio en Annals of Medicine (Prado y col, 2018; Implications of low muscle mass across the continuum of care: a narrative review 12-sep DOI: 10.1080 / 07853890.2018.1511918) donde se revisó 143 artículos relevantes desde Enero de 2016 a Enero de 2017 relacionados con anomalías en la composición corporal (baja masa muscular) y  sus resultados clínicos. Se encontró que poseer baja masa muscular  está asociado con mayor riesgo de complicaciones quirúrgicas y postoperatorias, menor sobrevivencia, limitaciones de movilidad en pacientes hospitalizados, menor función física y peor calidad de vida. Además la baja musculatura se asocia a mayor prevalencia de enfermedades crónicas.

Finalmente se plantea la importancia de evaluar la masa muscular y mitigar su pérdida como predictor importante de salud.

Es importante reconocer el rol protector que genera la musculatura esquelética,  los profesionales de la salud deben ser educados sobre la importancia de la pérdida de masa muscular e incorporar su detección temprana para aplicar programas  de ejercicios  a fin de mejorar la salud de sus pacientes.